En esta entrada os hablamos acerca de los tipos de abonos que existen para poder tener a nuestras plantas en perfectas condiciones. Hoy queremos hablaros acerca de los tipos de suelos más comunes que existen y sus características principales, a tener en cuenta a la hora de realizar una plantación o traspaso.

Tipos de suelos y características de los mismos

·Suelos Arcillosos

Es el tipo de suelo cuya composición principal es la arcilla. Si se encuentra mojado o húmedo resulta pegajoso, sin embargo, cuando está seco su textura es suave y fina. Es un tipo de suelo donde el agua se estanca con gran facilidad por lo que necesita un buen sistema de drenaje. Una de sus principales ventajas es que conservan muy bien su forma cuando se trabajan.

Para el suelo arcilloso debemos escoger plantas cuyas raíces sean potentes y largas, capaces de penetrar varias capas. Asimismo, plantas como la menta o la melisa o árboles como el nogal son candidatos perfectos para este tipo de suelo.

·Suelos Limosos

Este tipo está compuesto en un gran porcentaje de limo. Es un material con una textura muy fina y suele ser arrastrado por los ríos o las lluvias hasta su ubicación actual. Su característica principal es que es un suelo compacto, como el anterior.

Estos tipos de suelos son perfectos para plantar hortalizas y verduras pues tienen una gran cantidad de minerales debido a su arrastre por las aguas. Son buenos candidatos el arroz, la lechuga, las coles y las alcachofas entre otras.

·Suelos Arenosos

Formado principalmente por arena. Este suelo no se queda compacto al mojarse por lo que tampoco retiene el agua, y ésta pasa directamente a las capas más profundas. Además tampoco retienen la humedad, considerándolo un suelo más bien seco.

Los esfuerzos para cultivar en este tipo de suelo sólo serán fructíferos en las plantas que requieran de un suelo seco, como por ejemplo el romero, la salvia, el hinojo o la lavanda. 

En nuestra próxima entrada os enseñaremos otros tres tipos de suelos y las características de los mismos para que elijáis los que mejor se adapten al tipo de planta que queréis cultivar.