Tipos de sustratos para plantas. Parte II

Como comentamos en el post anterior, el sustrato no es más que un medio sólido para sostener las plantas, del cual se necesitan algunos nutrientes y agua para hacer su propia comida. Los sustratos se pueden clasificar según sus propiedades y composición. En base a estas características, podemos definir el tipo de sustrato adecuado para cada planta.
Según sus características, el sustrato puede ser orgánico, mineral o inorgánico. Así como los seres humanos tienen diferentes requisitos nutricionales, que se verán afectados por factores como la edad, el sexo y la condición física, las plantas también tienen diferentes requisitos para sus sustratos. No todas las plantas son adecuadas para el mismo tipo de suelo. Por ejemplo, para las plantas tropicales, un sustrato que retiene la humedad puede ser fatal para las suculentas. Parece complicado, pero te lo explicaremos todo en detalle para convertirte en un experto.

– Grava volcánica: como su nombre indica, es de umbral volcánico. No tienen ningún proceso, son ricos en alúmina, sílice y moho de hierro, asimismo pueden contener calcio, magnesio y fósforo. Su PH es más adecuadamente ácido, tiene buena aireación y es muy estable. Retiene poca agua. Hay unos muy específicos, como la kanuma y la kiryuzuna, que provienen de Japón y son magníficas para bonsais.

– Mantillo o tierra negra: Está compuesta de materiales de origen vegetal. Es el sustrato natural que solemos acotar en los jardines. Según su composición lucirá más negra o más café. Retiene muy bien la humedad, tiene un buen espacio de nutrientes. Si bien es adecuada para un buen número de plantas, es muy probable que en algún lugar se deba adaptar para que se puedan desarrollar mejor.

– Turba: Es uno de los sustratos más populares. Se forma con los restos de vegetales de los lugares pantanosos. Hay turba negra, que tiene un PH ácido, entre 7,5 a 8. La turba rubia es más clara, y tiene un PH más alcalino entre 3 y 4. Retienen muy bien el agua, sin embargo tienden a compactarse demasiado.

– Arena: La más recomendable es la arena de río. Tiene una retención de agua media y buena aireación, se puede compactar con el paso del tiempo. Se usa para eviar que el consumo de agua se acumule y drene mejor.

– Fibra de coco: mejora la aireación del sustrato, mejora la retención de humedad y evita la aparición de hongos.

– Vermiculita: Es un mineral que al calentarse se deshidrata. Absorbe muy bien la humedad.

– Perlita: es un mineral de origen volcánico, que absorbe muy adecuadamente el agua. Su apariencia es de piedritas blancas y muy porosa.

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