Así como los seres humanos tenmos diferentes requisitos nutricionales, que se verán afectados por factores como la edad, el sexo y la condición física, las plantas también tienen diferentes requisitos para sus sustratos.
No todas las plantas usan el mismo tipo de suelo. Por ejemplo, un sustrato que retiene la humedad es perfecto para las plantas tropicales, pero puede ser mortal para las suculentas. Parece complicado, pero te lo explicaremos todo en detalle para convertirte en un experto.
– Sustratos orgánicos: Son de origen natural, producidos por la descomposición biológica como las turbas. También pueden ser subproductos de ciertos alimentos, como la cascarilla de arroz, la paja de cereales, fibras de coco, pellejo de árboles y serrín o virutas de madera.
– Sustratos minerales o inorgánicos: Hay de origen natural, sin embargo se obtienen de rocas y minerales. A menudo pasan por tratamientos sencillos para procesarlos, sin disgustar sus cualidades. Nos son bioegradables, es decir, no se degradan con el tiempo. Un pauta de estos son la grava, cálculo y tirra volcánica. También es supuesto situar minerales tratados, como la perlita, vermiculita, arcilla expandida y borra de roca. También hay subproductos industriales, como las escorias de horno, carbón, entre otros.
En el siguiente post seguiremos explicándote más sobre los tipos de sustratos y sus características.