En época de invierno muchos de los árboles pierden la totalidad de las hojas, la razón aún no es comprobada. En algunos casos se cree que es porque es una época de cambio, pero también se cree que al no tener la suficiente energía como en otras épocas, no tiene la capacidad de alimentar y nutrir las hojas. Por esta razón, los árboles buscan la forma de obtener oxigeno del aire.

En invierno los tallos o troncos de los árboles respiran por medio de unos orificios denominados lenticelas. La tarea de estas es intercambiar los gases que existen en la atmósfera con el interior de la corteza. Aunque visualmente parecieran muertos, todo lo contrario, los troncos a diario trabajan en el tema de la respiración, la fotosíntesis, la división celular  y, por supuesto, en la elaboración y fabricación de las sustancias que permiten el crecimiento en el nacimiento de las hojas en época de primavera.

Algunas personas llaman yemas a los retoños de las hojas que se ven al iniciar la época de primavera y que luego se transforman en hojas nuevas para tener de nuevo unos hermosos árboles robustos y llenos de colores.