La flor más popular de otoño

El crisantemo es el género de flores más popular en otoño. Cargadas de significado cultural y un fuerte simbolismo, estas plantas se convierten en las protagonistas absolutas de esta estación del año, sobre todo el día de todos los santos.

Sus hojas son simples, alternas, de color verde-grisáceo, con un limbo lobulado y miden aproximadamente entorno a los 4-9 centímetros. Además, estas hojas se mantienen verdes durante todo el año, incluso en la época de seca. Pero si hay algo que debe importante, es el momento de la floración del crisantemo.

Las primeras flores aparecen con la llegada del otoño. Son fragantes, pueden tener una o dos capas de pétalos y sus colores varían desde el clásico blanco hasta por ejemplo el rosa.

El crisantemo es una planta bastante sencilla de mantener y  muy resistente. Y no sólo eso, es una especie que llenará de vida los lugares más sombríos y las zonas del jardín más aburridas. Se conoce principalmente por su uso ornamental.

A diferencia de lo que podamos pensar, no sólo se emplea para la decoración. También tiene aplicaciones culinarias y se puede usar como insecticida.

Cuidados del crisantemo

Estas plantas son muy sencillas de cultivar, pues no requieren cuidados específicos o complejos. Son poco exigentes y además son muy resistentes.

Es aconsejable plantarlo en primavera, pues es a finales de verano cuando comenzarán a florecer. Si lo haces en esa época, el crisantemo estará lo suficientemente arraigado para resistir el paso del otoño y del invierno. Esta planta concreta permite su cultivo tanto en maceta como directamente en el jardín.

El único requisito es que debe recibir suficiente luz solar para crecer.  Además, dado que se trata de una planta de exterior propiamente dicha, no tolera las corrientes de aire ni el excesivo calor. El mejor lugar para plantarla son los balcones o las terrazas.

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