En nuestra entrada anterior os dejamos una serie de pautas a seguir para evitar la pérdida de micronutrientes en el suelo de nuestro jardín. Hoy hablamos acerca de cómo puede afectar a nuestras plantas la falta de macronutrientes, uno de los pilares indispensables para un suelo sano y rico en nutrientes.
La falta de uno o varios macronutrientes puede derivar en diferentes problemas para los cultivos. Descubre a continuación cuales son los problemas más comunes para aprender a reconocerlos a tiempo y poner solución cuanto antes.
·Falta de potasio: existen ciertas especies como los árboles frutales o los tomates que necesitan de grandes cantidades de este elemento para prosperar. Suele darse con mayor frecuencia en suelos arenosos y con turba. Por lo general, tiende a retrasar el desarrollo de los frutos.
·Falta de calcio: es un problema poco común aunque puede verse en suelos que contienen demasiada turba. La carencia de calcio produce podredumbre apical y genera un sabor muy amargo en la fruta.
·Falta de magnesio: este problema es de los más frecuentes. Produce un aspecto envejecido en las hojas de las plantas además de que las torna de un color amarillo que hacen que caigan antes de tiempo. Si el problema persiste puede afectar a toda la planta.
·Falta de nitrógeno: la carencia de este macronutriente se debe a la falta de materia orgánica en el suelo, lo que se traduce en unos brotes cortos y finos. Además, las hojas suelen presentar unas manchas amarillas anaranjadas que nos indican la carencia.
·Falta de fósforo: suelen tener más incidencia en las zonas más lluviosas con suelos arcillosos. Al igual que el nitrógeno, produce brotes cortos y finos y unas manchas en las hoja de las plantas de color violáceo. Además, los frutos tienen un tacto blando y su sabor es muy ácido.
Esperamos haber podido ayudaros a reconocer algunos de los signos de la falta de macronutrientes para que podáis detectarlos a tiempo y vuestras plantas crezcan sanas y fuertes.