El vapor de agua que hay en el aire, es decir, la humedad, es muy necesaria para las plantas. Y es que de ella depende la cantidad de agua que evaporan a través de sus hojas. Así, si la humedad es muy alta, las plantas no pueden eliminar el vapor y sus raíces no absorben nutrientes . Por el contrario, si es demasiado baja, sueltan mucho vapor de agua y sus raíces compensan la pérdida cogiendo mucha agua y nutrientes, y esto es muy perjudicial.
La ideal
El nivel perfecto de humedad para una planta depende de su fase de crecimiento. Las jóvenes necesitan mucha porque sus raíces se están desarrollando y precisan mucha agua. La humedad ha de ser de entre el 80 y el 85 por ciento.
Según va creciendo la planta, necesitará menos. Al final de su fase de crecimiento, se recomienda una máxima del 60. Durante la fase de floración, conviene mantener la humedad por debajo del 50 por ciento.
Cómo aumentarla y disminuirla
Con los humidificadores se aumenta la humedad. También, colocando toallas húmedas. Para reducirla, hay que optar por un sistema de ventilación o un deshumidificador.