Los bonsáis son representaciones de paisajes naturales a pequeña escala que se realizan en cuencos utilizando árboles y hierbas.
En líneas generales, es un arte con gran arraigo y tradición en Japón que consiste en ir reduciendo el tamaño de árboles y plantas mediante técnicas, como el trasplante, la poda, el alambrado, el pinzado, etc., al mismo tiempo que se modela su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza.
Sin embargo, el arte del bonsái se originó en China en donde hace unos dos mil años surgió como objeto de culto para los monjes taoístas. Para ellos era símbolo de eternidad, el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra.
Un bonsái nunca está completo. La vegetación con la que ha sido creado es auténtica, por lo que sigue creciendo por siempre. El musgo, las piedras, las ramas… requieren una atención minuciosa y un cuidado diario. En los últimos años está habiendo un resurgir del interés por los bonsáis y hay multitud de ideas para decorar cada “naturaleza en miniatura”.
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