Descubre como regar las plantas cuando te vayas de vacaciones

Lo ideal para tener hidratas las plantas de tu hogar es instalar un sistema de riego automático, siempre que tengas un grifo al que conectarlo. Puedes elegir un dispositivo de aspersión, difusión o goteo. No es necesario complicarte la vida, simplemente, conecta al grifo un programador a pilas con electroválvula integrada y los riegos se realizarán a las horas indicadas.

¡No te preocupes más!; regar tus plantas de exterior durante tus ausencias, no es nada complicado. El problema son las plantas de interior. Aunque, en principio, también sería posible instalar un sistema de riego automático, seguro que no te apetece mucho ver el salón de tu casa lleno de tubos y envases. Te dejamos tres opciones prácticas para aspejar tus plantas de interior sin necesidad de pedirles el favor a tus vecinos.

Tiestos de autoriego

Este tipo de recipientes están dotados de un depósito, provisto de unos tubos altos y delgados. Desde este depósito, que funciona por capilaridad (propiedad que tienen los líquidos para alcanzar diferentes alturas en función del grosor de los tubos: mientras más delgado sea el tubo capilar, mayor altura alcanzará el líquido), la planta recibe regularmente el agua que necesita. ¡Lo único que tendrás que hacer antes de salir de vacaciones, es comprobar que el depósito está lleno!

Conos de arcilla

Este tipo de dispositivos están provistos de una rosca a la que se acopla la boquilla de una botella de agua. A continuación, el cono se entierra en el sustrato, quedando la botella en posición invertida. La microporosidad de la arcilla permitirá que el agua vaya saliendo y distribuyéndose por la tierra de forma dosificada. Una botella de dos litros suele ser suficiente para mantener la humedad de la planta durante unos 15 días. Dependiendo de la mayor o menor porosidad del cono, el agua tardará más o menos tiempo en agotarse.

Agua gelificada

El principio del riego con agua gelificada es el siguiente: en un envase se introduce una sustancia que tiene la propiedad de absorber y retener gran cantidad de líquido. Al hidratarse, dicha sustancia adopta una consistencia gelatinosa. Una vez abierto el envase, se coloca en contacto con la tierra y el líquido contenido en su interior va hidratando la planta. Otra versión de este mismo sistema consiste en enterrar el recipiente en la tierra, en posición invertida. En cualquier caso, el método más habitual y sencillo es: abrir, girar la rosca y colocar el agua gelificada en contacto con la tierra.

Si tienes cualquier tipo de dudas, no dudes en contactar con nosotros www.viverosdonpedro.net

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