Lo más usual en la época en la que estamos es que el cambio empieza a hacerse visible en tu jardín. A pesar de que en bastantes plantas todavía sigan en flor, poco a poco notarás como la mayoría se van marchitando, se caen las hojas y el césped va cambiando su color verde. A continuación os presentaremos algunos consejos para que tu jardín siga estando en perfecto estado también en otoño.
El otoño es la estación idónea para recoger los restos de especies caducas, desenterrar los bulbos de verano y adaptar la periodicidad de los riegos y el abono, entre otras tareas. Es necesario que cuidar las plantas, arbustos o árboles de nuestro jardín para prepararlos para el difícil invierno o de lo contrario, habrá que ir pensando en renovarlos por completo el año que viene. Si llevas a cabo estos consejos, conseguirás que tu jardín este increíble a pesar de estar en otoño.
El primer paso que tenemos que hacer es aprovechar antes de que el otoño se acerque más al invierno, para podar los arbustos, rosales, árboles… así los sanearemos. También, es una buena época para sembrar plantas de floración y resistencia al frío invernal como caléndulas, violetas o coníferas. Además, puedes sembrar bulbos de floración primaveral, como los tulipanes, anémonas o narcisos.
Cubre el pie de las plantas nuevas que siembres en tu jardín con hojas, compost o estiércol, para que la tierra de su alrededor no se seque y las proteja de las heladas. También, limpia el pie de los árboles que ya tenías plantados y crea un surco para que almacene el agua y nunca les falte.
Con respecto al césped, habrá que llevar a cabo unas sencilla operaciones para su mantenimiento. El césped es una planta viva, por lo que necesita unos cuidados específicos en cada estación. Será necesario retirar todas las hojas muertas o secas para darle más oxígeno.
Lo primero que tenemos que hacer es segarlo, a medida que avance el otoño crecerá con menos frecuencia, por lo que aumentaremos la altura de corte en nuestra segadora, así alargaremos los días entre siega y siega. Después, tendremos que airear el césped.
Esto consiente en hacer agujeros a una profundidad de 7 a 10 cm, para permitir la entrada de oxígeno a las raíces. Seguidamente, será conveniente aplicar fertilizante y cubrir toda la superficie con recebo o tierra mezclada. Por último, como todo ser vivo, necesitará alimentarse y reemplazar los nutrientes perdidos. Para ello utilizaremos un fertilizante para césped. Uno adecuado sería aquel que tenga una combinación de abono compuesto por nitrógeno, fósforo y potasio.