
La caléndula produce brillantes flores naranjas y amarillas con un aroma muy particular que además son comestibles y tienen propiedades nutricionales.
La caléndula, además, crece fácilmente a partir de semillas. Sólo debes tener en cuenta algunos elementos para que no tengas ningún problema a la hora de plantarlas.
·La caléndula tolera bastante bien las bajas temperaturas, pero si son sembradas en épocas muy calurosas la planta será menos resistente al frío.
·Por otro lado, las semillas de caléndula son muy sensibles a la luz durante la fase de germinación, por lo que deben enterrarse a una profundidad de entre 1 cm y 1,5 cm y cubrirse con sustrato.
El mejor momento para plantar caléndulas desde la semilla es la primavera, aunque también se pueden sembrar en verano y obtendrás flores en otoño.
Para sembrar las semillas debes buscar un lugar soleado y regarlas suavemente. Te aconsejamos que pulverices agua sobre ellas hasta que germinen en lugar de regarlas directamente. Cuando alcancen unos 7 cm de altura puedes darles un riego normal.
Si quieres guardar las semillas para la próxima temporada solo debes esperar a que estén bien secas y guardarlas en un sobre de papel protegidas del calor y de la luz solar.
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